viernes, 5 de diciembre de 2014

Camarada rico/Simón Boccanegra viernes 05dic14

Hay integrantes de la bancada del partido del PSUV y miembros del gobierno que han dada fehacientes demostraciones de que el camarada Soto Rojas no vive en austeridad

El camarada Fernando Soto Rojas no está preocupado por la caída en el precio del barril petrolero. Él es un viejo militante comunista que no tiene apego por los bienes materiales.

Estamos seguros que es así. No lo conocemos personalmente, pero no tenemos ninguna duda de que es una persona honesta. Esto lo decimos con absoluta seriedad. Por ello al diputado del PSUV, representante del estado Falcón, puede vivir de manera austera.

Ahora bien, creemos que hay otros integrantes de la bancada de su partido y miembros del gobierno que han dada fehacientes demostraciones de no vivir en austeridad. Sería bueno que el camarada Soto Rojas se pusiera en contacto con el exministro Jorge Giordani y le preguntara sobre las empresas de maletín que se llevaron 20 mil millones de dólares, según las cuentas del llamado monje.

Eso no es precisamente una demostración de austeridad, no le parece diputado. También podría indagar sobre el estilo de vida que mantiene el extesorero y teniente Alejandro Andrade. De este caballero se dice que tiene un haras con caballos de equitación. Animales que no son precisamente baratos. ¿Cómo hizo un funcionario de ese nivel para poder adquirirlos? Si lo logró gracias a sus ahorros debería llamarlo Nicolás Maduro y encargarlo de la reducción del gasto, que anuncia hará en la administración pública para enfrentar las vacas flacas que empezamos a vivir.

 También Soto Rojas podría preguntarle a su colega Pedro Carreño, a quién le gustan las prendas de marca caras a la hora de vestirse. Otra muestra de la austeridad que no practican los compañeros de Soto Rojas fue la cena que el presidente Maduro y su comitiva disfrutaron en el reciente viaje a Nueva York, la cual rondó los 80 mil dólares. Soto representa a los últimos mohicanos de la austeridad revolucionaria. La mayoría de sus compañeros no lo acompaña en esa conducta.
Cort. TalCualDigital

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