Pretenden que el pueblo salga a defender a los corruptos que viajan por el mundo utilizando los bienes del Estado. Ellos no forman parte, ni por asomo, de una clase media que espera con anhelo la pequeña oportunidad que cada vez se cierra más, para comprar unos dólares que otorga Cadivi
NANCY COLINA/TalCualDigital
Ante las amenazas internacionales, el corre corre de los dólares con mala reputación, ha iniciado una enloquecedora movida, que forma parte de una trácala más que deben llevar adelante los dueños de la matraca más grande que ha presenciado este país.
Me imagino que será muy difícil ocultar la millonada de la tan preciada divisa, casi toda bajo la propiedad del personeros cercanos al gobierno o de sus testaferros especializados en manejar todas las ramas del ocultismo. El asunto es que como siempre pasa , los peces grandes siempre se escabullen.
Son medidas que apenas rozan a los más débiles, quienes, aún así, se han arrastrado una buena tajada, aunque no tan grande como la de muchos que no aparecen en la lista porque son muy astutos para dejarse atrapar.
El Presidente, sin embargo, en una de esos desbarajustes mentales, que transmite sin medir tiempo ni cordura, tuvo la ocurrencia de invitar a nuestro maltratado pueblo a defender a los corruptos, en una marcha donde con seguridad y como siempre, sale afectada la libertad de los millones de empleados públicos, quienes ven amenazado su escuálido sueldo, aunque éste este enmarcado en el salario mínimo que no alcanza ni para comprarse un sólo mercado, sino existiera el falso paliativo de los mercales.
Pretenden que el pueblo salga a defender a los corruptos que viajan por el mundo utilizando los bienes del Estado. Ellos no forman parte, ni por asomo, de una clase media que espera con anhelo la pequeña oportunidad que cada vez se cierra más, para comprar unos dólares que otorga Cadivi, porque con el llamado dólar libre o negro, nadie puede viajar, excepto los que tienen, desde hace años, la oportunidad de conseguir lo más que pueden.
Por otro lado está esa inmensa mayoría de venezolanos, las víctimas obligadas a fingir el apego a un gobierno que no tiene más agujeros para meter la pata. Ellos no tienen más beneficio que la esperanza, porque esos dólares que Cadivi otorga no le sirve a quien no tienen tarjeta de crédito y tenerlas no es tan fácil.
Los dólares de Venezuela, nuestras divisas, esas que deberían utilizarse para cumplir con la responsabilidad de llenar todas las necesidades del venezolano, se han ido. ¿Donde están?¿Sólo en la banca norteamericana?
Cort. TalCualDigital
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