La difusión en los medios alemanes del desesperado grito del capitán del comandante del Airbus de Germanwings que se estrelló en los Alpes, le imprimió a la tragedia aérea un signo de impotencia y dolor
La prensa alemana divulgó este fin de semana la transcripción de las grabaciones de cabina del Airbus de Germanwings que se estrelló en los Alpes. Patrick Sondheimer, el piloto, le pidió a Lubitz que abriera "por el amor de Dios".
Cuando el piloto dio órdenes a Lubitz para que se fuera preparando para el aterrizaje, el copiloto le respondió con un "ya veremos".
En la grabación se escucha cómo el copiloto le dice a su compañero que "puede salir" para ir al servicio y entonces se hace con el control de la aeronave. Lubitz tenía un grave trastorno psicosomático y problemas de vista, según 'The New York Times' y 'Die Welt'. La presencia siempre de dos personas en cabina, primera reacción al desastre
"¡Abre la maldita puerta!". Este fue el grito desesperado de Patrick Sondheimer, el comandante del Airbus de Germanwings que se estrelló en los Alpes, cuando se dio cuenta de que su copiloto, Andreas Lubitz, no abría la puerta de la cabina y dirigía el avión hacia las montañas, en un descenso mortal.
Este es uno de los detalles que se han conocido de la transcripción de las grabaciones de la caja negra, según ha publicado este domingo el diario berlinés Bild. La grabación comienza con las disculpas de Sondheimer a los pasajeros por el retraso de 26 minutos en el despegue del vuelo entre Barcelona y Düsseldorf, al tiempo que promete que durante el vuelo intentarían enjugar esa demora.
Los siguientes 20 minutos de grabación recogen la conversación entre los pilotos. Andreas Lubitz le comenta a Sondheimer que cuando él lo desee, puede ir al cuarto de baño y que él se encargaría de dirigir la aeronave. Según se puede escuchar, Sondheimer no fue al servicio en El Prat, decisión que pudo ser fatal.
A las 10.27 horas de la mañana, el avión alcanzó los 38.000 pies y el piloto da órdenes a Lubitz para que se vaya preparando para el aterrizaje en Düsseldorf. "Esperemos" o "ya veremos", son algunas de las inquietantes respuestas que daba el copiloto a su mando, según la grabación revelada por Bild.
Tras las comprobaciones necesarias para preparar el aterrrizaje, Lubitz le dice a Sondheimer: "Puedes salir ahora". Es lo último que dijo. Dos minutos después, Sondheimer decide salir y le dice a Lubitz que asuma el mando. Es entonces cuando se escucha el asiento moverse hacia atrás y la puerta abrir y cerrarse.
Un minuto después, el avión ya estaba descendiendo. "¡Por el amor de Dios, abre la puerta!" Entre las 10.30 y las 10.31 horas, el avión desciende 1.800 pies. Un minuto después, los controladores intentan contactar con el avión, sin respuesta. Al tiempo, suena una alarma en cabina. Inmediatamente después se oye un fuerte golpe, como si alguien intentara abrir de una patada la puerta de la cabina, y la voz del capitán, Patrick Sondenheimer, que grita: "¡Por el amor de Dios, abre la puerta!".
En un segundo plano, se escuchan los primeros gritos de los pasajeros. A las 10.35, la grabación recoge un sonido fuerte y metálico contra la puerta. 90 segundos después, suena otra alarma y se oye a Sondheimer gritar "¡Abre la maldita puerta!".
A las 10.38 horas llega a la zona montañosa, con Lubitz respirando de manera normal, en silencio. A las 10.40 horas, el ala derecha del avión choca con la montaña. Se escuchan gritos de pánico entre los pasajeros. Es lo último que recoge la grabación.
Cort. IalCualDigital
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