Que el gobierno de Nicolás Maduro ha perdido credibilidad en el mundo es fácil de comprobar. Las declaraciones de diversos gobiernos y parlamentos, así como de diputados de partidos de izquierda lo comprueban. Pero esta vez han sido el presidente Costa Rica y de su embajador ante la OEA quienes han hablado claro y raspao
Xabier Coscojuela/TalCualDigital
Que el gobierno de Nicolás Maduro ha perdido credibilidad en el mundo es fácil de comprobar. Las declaraciones de diversos gobiernos y parlamentos, así como de diputados de partidos de izquierda lo comprueban. No está demás recordar lo afirmado por el vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic, quien no se creyó el cuento de que los Estados Unidos iba a invadir a Venezuela.
Pero la credibilidad en otro aspecto fundamental para el maduro-cabellismo también está haciendo aguas. Estos “revolucionarios” se han querido vender al mundo como demócratas. Sin embargo, sus actuaciones los están dejando desnudos.
El canciller de Costa Rica dejó claro, en su intervención durante la reunión sostenida la semana pasada en Panamá, que duda de las convicciones democráticas del inquilino de Miraflores y de quienes lo acompañan. Ayer desautorizó a su embajador en Caracas quien había afirmado que en Venezuela hay irrestricta libertad de expresión. Más claro imposible.
Quien desautorizó al embajador fue, nada más y nada menos, que el presidente costarricense Luis Guillermo Solís. "Las opiniones que ha vertido (el diplomático) no las ha hecho reflejando la posición oficial del Gobierno", precisó el jefe de Estado.
El canciller de ese país también fue bastante claro en la OEA. A Manuel González Sanz le pareció muy conveniente que el gobierno de Maduro reconociera la importancia de la OEA, ente al que desde Miraflores se le ha querido quitar importancia. Dijo que el gobierno venezolano acudía a ese foro a decirnos pero también a escucharlo. Seguramente que a Delcy Eloína Rodríguez, no le gustó mucho lo que escuchó.
Uno de los puntos que quiso dejar claro el tico es que “la dura situación que sufre el pueblo venezolano es anterior a la decisión interna del gobierno estadounidense de hace unos días. Tampoco pasamos por alto que son dos cosas separadas. Ambas cuestiones merecen nuestra atención, eso está claro”.
Aseguró que van a estar atentos a lo que ocurre en Venezuela y que en una democracia plena se deben ejercer los equilibrios democráticos y se generan condiciones efectivas para que la oposición pueda ejercer su rol, en igualdad de condiciones.
También recordó, muy diplomáticamente, que a los sectores democráticos se les deben dar las garantías suficientes para poder competir en el terreno electoral e instó a Maduro a que permita la presencia de observadores de la OEA en las próximas elecciones parlamentarias.
Lo dicho por el canciller González Sanz unido a lo declarado ayer por el presidente de Costa Rica es una demostración de que el barniz democrático del maduro-cabellismo es más débil que el bolívar fuerte y que cada vez hay menos gobiernos en América Latina que van a hacer como el avestruz. Los ticos hablaron claro y raspao.
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