lunes, 26 de enero de 2015

Caradurismo


Sin pestañear Maduro acusa a los expresidentes Pastrana, Piñera y Calderón de estar financiados por el narcotráfico. Basta averiguar qué ha pasado con el narcotraficante Walid Makled, quien creó el imperio del tráfico de drogas en Venezuela tras construir una red de corrupción que ha contaminado a sectores fundamentales del Estado venezolano hoy vinculados a este criminal negocio, de la mano de la narcoguerrilla de las FARC

SEBASTÁN BOCCANEGRA/TalCualDigital
El difunto “comandante eterno” se cansó de insultar y acusar de conspiradores a todo tipo de personajes y presidentes de otros países sin pensarlo dos veces antes de disparar. Ahora el hijo sucesor hace lo mismo en proporciones que ya comienzan a provocar comparaciones.

Porque cuántas veces Nicolás ha señalado supuestos conspiradores con la conocida advertencia de que "tengo las pruebas en la mano" y "voy durísimo", sin que aparezcan las fulanas pruebas y la amenaza de ir con todos los hierros no pase de ser una fanfarronada más.

Ahora afirma sin pestañear que los expresidentes latinoamericanos Andrés Pastrana, Sebastián Piñera y Felipe Calderón, quienes participan hoy en Caracas en un foro democrático organizado por sectores de la oposición están financiados por el narcotráfico.

Y así aflora nuevamente la ligereza del discurso presidencial no solo del actual mandatario sino del gobierno chavista continuado que si algo no tiene es fortaleza moral para estar acusando a diestra y siniestra a quien quiera de vínculos con el narcotráfico.

Basta averiguar qué ha pasado con el narcotraficante Walid Makled, quien creó el imperio del tráfico de drogas en Venezuela tras construir una red de corrupción que ha contaminado a sectores fundamentales del Estado venezolano hoy vinculados a este criminal negocio, de la mano de la narcoguerrilla colombiana de las Farc.

Makled está en una cárcel venezolana y condenado a no hablar en un juicio, como debe ser en un estado de derecho. Y no hay que ser un genio para saber por qué no lo enjuician. Basta recordar lo que declaró públicamente en Colombia antes de ser extraditado a Venezuela cuando con nombre y apellido comenzó a mencionar a altos jerarcas civiles y militares del chavismo a quienes les pagaba para facilitar sus operaciones criminales. Si Makled pudiera hablar llegaría el juicio final.

Por ello se entiende que lo condenen al silencio. Pero lo que sobrepasa cualquier nivel de cinismo imaginable es que Nicolás, con ese bacalao a sus espaldas que podría explotar Makled, acuse alegremente a quien se le ocurra de estar vinculado al narcotráfico.

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