martes, 13 de enero de 2015

Paro, el de la Asamblea/editorial TalCual martes 13ene15

Xabier Coscojuela/TalCual
La Asamblea Nacional que preside el capitán Diosdado Cabello hace el paro, está en paro y taparea.
La culpa no es de los diputados de la oposición, como quieren hacer ver los oficialistas, sino de los parlamentarios rojos rojitos que han hecho en esa instancia lo que les ha dado la gana desde que tienen mayoría absoluta.


Desde hace unos días el capitán anda diciendo que los diputados de oposición no trabajan, son flojos, no cumplen con su deber. Dicho discurso es repetido por la tropa de diputados del PSUV. Nunca se empleó de manera más apropiada la palabra tropa, quienes repiten la cartilla sin cambiar una letra, tal como ocurre en los cuarteles.

Hagamos un recuento del trabajo parlamentario. En el pasado la Asamblea Nacional sesionaba dos veces a la semana. Incluso en el período democrático lo llegaron a hacer tres veces por semana. La mayoría del PSUV redujo las sesiones a una y a veces a ninguna. Lo que es casi como estar en paro.

Una parte importante de las plenarias se han ido en temas superfluos como discutir de qué color es el caballo blanco de Bolívar. También en aprobar infinidad de créditos adicionales, luego de sancionar un presupuesto deficitario. Por supuesto que no pueden faltar las sesiones por las fechas patrias, las cuales se han incrementado últimamente para recordar a algunos otros héroes, así como los acuerdos por alguna revolución fracasada, de esas que ellos están emulando.

Pocas han sido las leyes sancionadas, aunque pusieron mucho empeño por aprobarle una Habilitante al presidente Maduro, para “aliviarse” el trabajo. Por cierto que para alcanzar ese cometido, utilizaron todas las triquiñuelas posibles a fin de quitarle la curul a una parlamentaria no afín al proceso e incorporar a su suplente que sigue leal a la “revolución”. Para lograrlo contaron con la colaboración entusiasta de la Fiscalía y del Tribunal Supremo.

En cuanto a debatir los problemas reales de los venezolanos, nada de nada. Cada vez que la bancada de la MUD pide discutir algo, o propone una ley, o un simple acuerdo, la bancada mayoritaria aplica la aplanadora y punto.

Cuando en los puertos nacionales se pudrieron miles de toneladas de alimentos, los diputados del PSUV no quisieron darse por enterados. Del desfalco al fondo de pensiones de Pdvsa, tampoco quisieron saber nada. Las empresas de Guayana son un desaguadero. Sidor producía más de 4 millones de toneladas con algo más de 5 mil trabajadores cuando estaba en manos privadas, ahora que es de propiedad estatal produce un millón de toneladas y casi tiene 16 mil trabajadores. Ese desastre tampoco lo quisieron debatir.

La inseguridad es un asunto que a los parlamentarios rojos rojitos no les interesa. Para eso están sus escoltas. Debatir este tema, aprobar leyes que puedan contribuir a su solución o interpelar a los funcionarios gubernamentales encargados de la materia no es su prioridad. De eso no se habla.

De la carta de Jorge Giordani no quieren ni acordarse. El robo denunciado por el exministro y quien fuera uno de los funcionarios preferidos del difunto Hugo Chávez les produce urticaria. Los parlamentarios opositores no solo propusieron debatir el tema, también exigieron que se adelantara una investigación desde la Asamblea Nacional, pero la mayoría roja rojita se negó. No le dieron importancia a que algunos vivos se hayan llevado, en unos muy amplios maletines, 20 mil millones de dólares.

Puede ser que algún diputado opositor no esté cumpliendo con sus funciones cabalmente, lo cual es inaceptable, pero es evidente que los diputados rojos rojitos paran la Asamblea, hacen el paro y, sobre todo, taparean la corrupción.

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