El presidente Maduro no deja de meterle al melodrama, con discursos antiimperialistas infantiles de los años 60 y afirmaciones tan desconcertantes como la del lunes cuando, después de proclamar "¡yanquis al carajo!"
Aunque luce ahora más extremista, desaforado y radicalizado, enviando a las fuerzas represivas a apresar opositores sin orden judicial y dejando que los colectivos terminen de hacer el trabajo sucio, el presidente Maduro no deja de meterle al melodrama, con discursos antiimperialistas infantiles de los años 60 y afirmaciones tan desconcertantes como la del lunes cuando, después de proclamar "¡yanquis al carajo"!, aseguró: "Nuestra embajada en Estados Unidos no anda buscando militares allá para que derroquen a Obama". Seguro que cuando Obama escuchó tal declaración, respiró tranquilo.
Cort. Tal CualDigital
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