SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Los jerarcas rojitos tienen la piel cada día más sensible. Definitivamente, eso de unos medios de comunicación libres e independientes no va con ellos. Que aquello que plasmó Pedro León Zapata en una genial caricatura de que al oficialismo le gusta la sociedad civil "firme y a discreción" es una gran verdad.
Nicolás Maduro le dedicó buena parte de su cadena sabatina a cuestionar una caricatura publicada en la colombiana revista Semana. Quieren que todos los medios del mundo sean como los que ellos controlan en Venezuela.
Maduro instó a su colega Juan Manuel Santos a que lo imite e impida que en Colombia se "agreda" a Venezuela. Realmente la caricatura que desató la ira presidencial refleja muy bien lo que ha ocurrido en nuestro país desde que cayó en manos de quienes nos gobiernan.
Para remate la ministra de Información no tuvo mejor ocurrencia que colocar dicha caricatura en su cuenta de Twitter, logrando así que algo que la mayoría de los venezolanos ignoraba se conociera ampliamente. Un auténtico autogol. La torpeza es así.
También este fin de semana se conoció de una reunión entre el vicepresidente Jorge Arreaza y otros dos funcionarios venezolanos con representantes de empresas españolas que operan en el país. Dicho encuentro fue reconfirmado por varias fuentes a la agencia Efe y también por el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo.
El objetivo del cónclave: presionar a las empresas hispanas para que utilizaran sus influencias y lograran que la prensa española no participara en una "campaña mediática contra Venezuela". De no cooperar, sus bienes y propiedades en el país se verían afectados. Un vulgar chantaje.
El mundo se está terminando de dar cuenta que todo lo que decía y dice la oposición venezolana sobre el carácter autoritario y poco democrático del "proceso bolivariano" es cierto. Lo confirman Maduro y su combo.
Cualquier crítica que se les haga es un ataque. Además confunden lo que son señalamientos a su gestión con agresiones al país. Ellos no son Venezuela.
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