Por: VenEconomía
Este martes 14 de abril, la bancada oficialista en la Asamblea Nacional autorizó una moción de ¨urgencia¨ solicitada por su presidente, Diosdado Cabello, para pedirle al Consejo Nacional Electoral que no convoque a elecciones para elegir a los 12 diputados al Parlamento Latinoamericano (Parlatino).
Cabe acotar que el Parlatino es un ente regional, cuyo principal postulado es la defensa de la democracia representativa y está integrado por los parlamentarios de los Estados Partes, democráticamente constituidos.
Cabello, en una decisión inconsulta y unilateral, afirma que dichos diputados ahora se designarán a dedo "en el seno de la Asamblea Nacional, de acuerdo a la composición parlamentaria" y no a través del voto universal, directo y secreto como se contempló en el Estatuto Electoral que emergió de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en el 2000, y tal como se vienen designando hasta ahora.
La motivación para este cambio arbitrario del mecanismo de elección de los representantes de los venezolanos en el Parlatino parece surgir del rotundo fracaso político y de imagen que tuvo el Gobierno de Nicolás Maduro en la VII Cumbre de las Américas, por un lado. Y por otro, de la incapacidad de la élite en el poder de aceptar y respetar opiniones disidentes y actuaciones autónomas de ningún representante de cualquier poder público de Venezuela. Si existe duda sobre ello, remítanse a la declaración de Cabello de que los diputados del Parlatino "no pueden andar por el mundo haciendo lo que les da la gana", al hacer referencia que una comisión venezolana al Parlatino, "sin informarle o pedirle permiso a él", se reunió en Panamá con el nuevo secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y entregó una comunicación sobre la situación de los presos políticos venezolanos.
De aprobar el CNE este cambio en la elección de los diputados al Parlatino (lo que es lo más probable dada su sujeción incondicional de la mayoría de los rectores del ente al proceso) se estaría dando otro paso atrás para la desinstitucionalización democrática. Amén de otras nuevas violaciones al Estado de Derecho y legalidad del país. Como explicó el abogado constitucionalista Carlos Ramírez López al periodista Sebastián Madariaga, para la web AhoraVisión (https://ahoravision.com/diosdado-cabello-elimina-eleccion-de-diputados-al-parlatino/): Estos parlamentarios Latinoamericanos de Venezuela se han venido designando por votación popular en la misma oportunidad y métodos de los parlamentarios de la Asamblea Nacional, lo que implica la consolidación de un derecho del pueblo venezolano, y de conformidad con el artículo 19 de la Constitución, los derechos no pueden retrotraerse, es decir, derecho alcanzado no puede menoscabarse ni volverse a cuando no se practicaba. Ese es el principio denominado de la progresividad de los derechos humanos.
Otros analistas opinan que la bancada parlamentaria del oficialismo al dar este paso evidencia que ya saben que no tienen los votos para obtener una representación mayoritaria. Otros más afirman que se busca terminar de demostrar que el gobierno tiene el poder, y con este se violan Constitución y leyes como les viene en gana, destituyen diputados a mansalva y ponen presos sin razones a alcaldes, dirigentes, estudiantes y manifestantes.
En ese mismo orden de ideas, varios analistas señalan que al ser los parlamentarios del Parlatino escogidos en una elección nacional, podría dejar muy, pero muy, claro el apoyo disminuido del chavismo en escala nacional.
Lo cierto es que, al ser nombrados los diputados al Parlatino a dedo, estos no tendrían autonomía en sus funciones; seguirían las directrices de la Presidencia y serían vulnerables a ser destituidos apenas se desvíen de los lineamientos políticos del Gobierno. Y más grave aún, con el dedazo se menoscabaría la representación proporcional de los diferentes sectores de la población en el Parlatino y, por ende, se acallarán voces que denuncian atropellos y violaciones de derechos en el Continente.
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