JUAN SAINZ BORGO/TalCualDigital
La BBC es la emisora estatal del Gobierno del Reino Unido que ha hecho de su independencia una bandera fundamental. Esta reconocida autonomía esta basada en dos grandes garantías básicas: un impuesto que pagan los habitantes del Reino Unido para poder subsidiar ese canal y un seguimiento permanente del Parlamento Británico, para mantener esa independencia.
Todo lo anterior es para dejar claro que no es fácil influenciar a ese grupo de noticias a favor o en contra de un grupo, país o gobierno.
El martes de esta semana, la pagina web de la BBC publicaba un reportaje sobre el piloto venezolano Pastor Maldonado, con el titulo: “Es P.M. el piloto más peligroso de la Formula 1?”. No voy a entrar a comentar sus valoraciones como piloto, poco se de la materia.
Quiero enfocar el análisis sobre la información no confirmada pero publicada por BBC, que desde el año 2011, PDVSA paga a la escudería Lotus US $ 45 millones por el puesto del piloto. De tal forma que desde el año 2011 hasta el año 2015, la compañía de petróleo de venezolana ha pagado por US $ 225 millones.
Cuando pienso en esos mas de 200 millones de dólares de los Estados Unidos que se pagan para que el Señor Maldonado y el sello de PDVSA puedan estar en las pistas del deporte más caro del mundo, no salen de mi cabeza los jóvenes venezolanos y venezolanas que están tratando de estudiar en exterior.
Son miles de jóvenes que como siempre, en toda la historia han salido a estudiar en el exterior. Desde Simón Bolívar enviado por su familia a recorrer Europa, pasando por Antonio Guzmán Blanco, Arturo Uslar Pietri y miles de venezolanos que salieron a estudiar con el Plan Fundayacucho.
Pero la generación del siglo XXI no tiene ni esa oportunidad ni ese apoyo. Por el contrario, las políticas cambiarias del Gobierno Revolucionario prohíben que esos jóvenes puedan estudiar fuera del país. Pero lo hacen.
Esta generación de muchachos y muchachas, venezolanas, compatriotas, están estudiando en el mundo entero y en su tiempo libre trabajan de profesores de español, de salsa, venden manualidades y hacen todo tipo de trabajo para poder subsidiar su deseo de superación y estudio. En muchos países, incluso, se hacen donaciones para ayudar a comer y mantenerse. Nunca desde el siglo XX venezolano, una generación había tenido que sufrir lo que sufren estos jóvenes para estudiar.
Si PDVSA y el Gobierno que la dirige, hubiera decidido becar a cada venezolano y venezolana que hubiera querido estudiar con US $ 1.000 mensuales mas US $10.000 de matricula para cada universidad, mas de 2000 (dos mil) venezolanos por año habrían ido a estudiar maestrías de un año al exterior, multiplicado por 5 años, mas de 10.000 venezolanos y venezolanas habrían podido formarse para regresar al país a multiplicar su conocimiento.
Esta simple operación de división deja miles de dólares para que PDVSA o el Gobierno Bolivariano hubiera podido financiar una oficina de administración de las becas.
Pero nada de esto se hizo. Miles de venezolanas y venezolanos se están quemando las pestañas, llenos de preocupación para obtener un titulo en el exterior. Pero eso no parece preocupar a nadie en PDVSA o el Gobierno. El Señor Maldonado sigue manejando un carro de millones de dólares y el petróleo de todos pagando esos caprichos.
Cientos de venezolanas y venezolanas seguirán buscando becas, trabajando y vendiendo sus productos para completar sus postgrados. Volverán a Venezuela y dejaran un legado, muy distinto del que miles de venezolanos que recibieron todo de Fundayacucho dejaron en el siglo XX. Porque como dijera alguna vez un gran cantante caribeño, “el tiempo esta a favor de los pequeños”.
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