El Presidente dice que no está apurado en aumentar el precio de la gasolina. Entonces ¿para qué las costosas cuñas de Carmen y las empanadas a bajo precio? Alguien tendrá que pagar por ese despilfarro de dinero, no?
SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Ya sabemos que don Nicolás Maduro no está apurado en aumentar el precio de la gasolina. Lo que quiere decir que no está apurado en impedir que el país, que Pdvsa, pierda dinero.
Porque no aumentar el precio del combustible, según nos han venido diciendo durante estos últimos meses, a través de una costosa campaña publicitaria, significa una pérdida importante de dinero para el país. Esto en cualquier otra parte del mundo implicaría que se le abriera un juicio al funcionario que, conscientemente, permita que se pierda dinero.
La corrupción tiene muchas aristas. Luego de las palabras presidenciales creemos que también habría que acusarlo porque el despilfarro de dinero es doble: el que se va por vender la gasolina por debajo de su costo de producción y el que se botó en esa campaña publicitaria para convencer a los venezolanos de que había que aumentar el valor del combustible para que el país no siguiera perdiendo dinero.
Si nos ponemos muy finos, seguramente también habría que incluir en las pérdidas lo que se le pagó a algunas encuestadoras que vienen pregonando a los cuatro vientos que la inmensa mayoría de los venezolanos están de acuerdo con pagar un precio justo por la gasolina. Se perdieron esos reales, además de que Maduro demostró que no les cree.
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