Venezuela se enfrenta actualmente a la posibilidad de que Guyana la despoje no solo de sus derechos en la zona de reclamación del Esequibo sino de miles de kilómetros de la plataforma marítima del Delta del Orinoco. Todo ello debido a la indiferencia y al negligente silencio de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro al defender los derechos de la Nación.
La situación para la integridad territorial en la región del Esequibo se tornó más riesgosa que nunca para Venezuela en los últimos 16 años, debido a que el gobierno de Hugo Chávez le restó importancia deliberadamente a las obligaciones convenidas bajo el Acuerdo de Ginebra de 1966. Cabe recordar que en 1962, y basándose en una nueva información relativa al proceso de arbitraje de 1899, Venezuela rechazó el Laudo Arbitral de ese año que le había otorgado 159.500 km² de territorio nacional a la entonces Guayana Británica. Una reclamación que se legalizó internacionalmente con la firma del Acuerdo de Ginebra, el cual deja en manos de Guyana y Venezuela la búsqueda de soluciones que satisfagan a ambos países, vía mecanismos preestablecidos.
Pero, el gobierno de Chávez, y ahora el de Maduro, siguiendo la asesoría injerencista del gobierno de los hermanos Castro, que tiene sus propios intereses económicos en la zona, descuidaronese acuerdo en menoscabo de la soberanía del país. Un ¨descuido¨ voluntario que abonaba al interés de Chávez asegurarse que los países caribeños le dieran su solidaridad automática a su proyecto político del socialismo del siglo XXI, y obviaran las violaciones a las libertades y a la norma democrática intrínsecas a este proyecto.
Por estos turbios provechos políticos opuestos a los intereses del Estado venezolano, el gobierno de Chávez dejó pasar por debajo la mesa las diversas acciones de Guyana que atentaban contra la soberanía territorial del país.
Por ejemplo, el gobierno de Chávez ex profeso no objetó diferentes acciones tomadas por los guyaneses en la zona marítima en disputa.
Una de ellas fue el trazado de una nueva línea fronteriza en la costa por parte de Guyana que violó la zona marítima exclusiva de Venezuela en el Delta, el cual no ha sido denunciado ante la ONU. La otra acción que pasó sin un rechazo contundente del gobierno de Venezuela fue el otorgamiento de concesiones en los bloques Stabroek, Pomeron y Roraira que comparten zonas marítimas de Guyana, el Esequibo y Venezuela. El gobierno bolivariano también fue laxo ante el hecho de que ExxonMobil empezara a realizar perforaciones en el área de Stabroek.
Esta laxitud en reclamar los derechos del Estado ha puesto a Venezuela en el riesgo inminente de perder además sus derechos marítimos que se derivan del Delta del Orinoco. Según las normas internacionales aplicables, la falta de protesta formal es considerada una aquiescencia. El no defender derechos soberanos es acceder a lo planteado por el adversario, es decir“el que calla otorga”.
Lo único que Venezuela ha hecho en defensa de sus derechos es la publicación en varios periódicos de la región, de avisos protestando la actividad petrolera de Guyana en la zona, y declarando como “írrito” el Laudo Arbitral de 1899, lo que provocó que los 15 países del Caricom emitieran un comunicado de apoyo a la “integridad territorial de Guyana”, como respuesta a los planteamientos de la Cancillería venezolana sobre la exploración petrolera en territorio en reclamación; ello a pesar de que esos países son beneficiarios del petróleo venezolano en condiciones muy ventajosas.
Al Chávez y Maduro hacer mutis con los avances de Guyana sobre la zona de reclamación del Esequibo y sobre la zona soberana de Venezuela en el Delta del Orinoco, han cometido un acto de traición a la patria, que se traduciría en un grave impacto negativo para el futuro económico de Venezuela.
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